Chaves es famosa por sus numerosos balnearios y baños termales, que se dice que curan numerosas dolencias. Chaves es una pequeña ciudad del norte de Portugal, situada cerca del río Támega y no lejos de la frontera con España. La ciudad también presume de una magnífica arquitectura que data de la época romana y un fuerte que recuerda la guerra de Independencia con España.
El Centro Histórico de Chaves es uno de los más fascinantes del norte de Portugal, ya que logra contar la historia de milenios, desde los romanos hasta las invasiones napoleónicas, en un espacio compacto y transitable.
Aquí están las 4 razones principales por las que vale la pena visitarlo:
1. El Puente Romano de Trajano Es el punto de referencia de la ciudad y uno de los mayores legados de la ingeniería romana en la Península Ibérica.
Por qué visitarlo: Cruzar este puente peatonal sobre el río Támega es literalmente recorrer más de 2000 años de historia. Construido en el siglo I d. C., aún conserva sus robustos arcos de piedra. Es el lugar perfecto para esa clásica foto de la ciudad con el río y las casas al fondo.
2. La Torre del Homenaje y las Vistas Del antiguo castillo medieval, se conserva la imponente Torre del Homenaje (Monumento Nacional), rodeada de un jardín muy bien cuidado.
El Mirador: Subir a la cima ofrece la mejor vista panorámica del valle de Chaves, el río y las montañas circundantes.
Museo Militar: Dentro de la torre, se encuentra un museo militar (entrada simbólica de aproximadamente 1 €) que explica la importancia estratégica de Chaves en la defensa de la frontera contra España y durante las invasiones francesas.
3. Los Coloridos Balcones de la Rua Direita La Rua Direita es la columna vertebral del centro histórico.
Encanto fotogénico: Es famosa por sus casas estrechas con coloridos balcones de madera, muy típicos de esta región, que crean un pintoresco corredor lleno de tiendas tradicionales.
Praça de Camões: Esta calle conduce a la plaza principal, donde se concentran los edificios nobles: el Ayuntamiento, la Iglesia Matriz (con su portal románico) y la Iglesia de la Misericordia (barroca, con hermosos azulejos en su interior).
4. El Patrimonio Termal Chaves es la ciudad del agua (conocida como "Aquae Flaviae" por los romanos).
A pocos pasos, en Largo do Arrabalde, se encuentra el Museo de las Termas Romanas, un complejo arqueológico recientemente musealizado que muestra cómo los romanos ya utilizaban estas aguas termales medicinales.
Justo al lado, se puede ver (¡y saborear, con precaución!) el agua que brota a más de 70 °C (158 °F) en el balneario Buvette.
Consejo gastronómico: No se vaya del centro histórico sin entrar en una pastelería y probar el auténtico Pastel de Chaves (IGP). Se trata de un hojaldre relleno de carne picada de ternera, el aperitivo perfecto para pasear por las calles.
Traducido por Google •
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