21 de junio de 2023
Estás mirando el feed de komoot, ves una ruta que te llama la atención y se te empieza a caer la baba al ver las fotos... ¡Una aventura impresionante! El sitio es remoto. El sendero tiene buena pinta y no parece técnico; ya te imaginas allí cogiendo un bronceado senderista ideal (ya sabes: piernas morenas... hasta llegar a los calcetines).
Te entran unas ganas locas de equiparte y ponerte en marcha, pero, de pronto, sales del ensimismamiento. Pensándolo mejor, el perfil de elevación parece bastante duro y la distancia te supondría un esfuerzo enorme. Las aventuras son una oportunidad de explorar lo desconocido, pero si no tienes mucha experiencia, ¿cómo puedes decidir si una ruta es viable o si es más sensato dejarla para otro día?
Tim Krause, miembro del equipo de komoot, se dedica a proteger los datos personales que nos facilitas de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Pero parte de las 16 horas restantes, las pasa como voluntario en el Club Alpino Suizo, acompañando a excursionistas en sus visitas a los Alpes. En este artículo, nos da consejos sobre los aspectos de una ruta que se deben valorar antes de salir con el fin de evitar riesgos y momentos de pánico.
Cuando hablamos de actividades outdoor, hay una serie de riesgos objetivos que tienes que tener en cuenta. Según Tim, cuanta menos experiencia tengas, más rápido deberían disuadirte dichos riesgos.
¿Cuál es el nivel de dificultad del sendero?
Mira bien el itinerario en el mapa de komoot para ver el nivel del sendero o camino. Si te estás preguntando qué es eso de los niveles, se trata de la escala del Club Alpino Suizo (y la escala Single Trail Scale (STS) en el caso del mountain bike). Si haces zoom en el mapa, verás el nivel marcado junto a la línea. Otro gran recurso son las fotos de Trail View para ver cómo son los senderos. Si no te quedan claros los niveles, es mejor pecar por exceso de precaución que asumir riesgos innecesarios.
¿Aparece una advertencia en la ruta de komoot?
Cuando un recorrido tiene tramos técnicos donde se necesita equipamiento especializado o mucha experiencia, komoot te avisa con una advertencia. No ignores estas alertas. Nunca.
¿Qué equipamiento tengo? ¿Sé utilizarlo correctamente?
Una cosa es llevar contigo las herramientas para arreglar la bici o el arnés para asegurarte en una vía ferrata, y otra muy distinta es saber utilizarlos. Antes de iniciar una ruta que requiera el uso de material, asegúrate de poder usarlo.
¿Cuál es el pronóstico del tiempo?
Por regla general, el frío y las precipitaciones implican moverse con más cuidado al aire libre. Senderos sin ninguna dificultad se transforman en peligrosos terrenos resbaladizos cuando llueve; las bajas temperaturas pueden jugarle una mala pasada a tu coordinación, por no hablar de las dificultades que añaden si te lesionas o te pierdes. El calor también tiene sus riesgos. Si han pronosticado unas temperaturas excesivamente altas, no elijas una ruta exigente; lo último que quieres es acabar con una insolación en medio de la nada.
¿Con quién voy a hacer la ruta?
Salir con peques o personas con movilidad reducida exige extremar las precauciones. Por el contrario, si te van a acompañar guías con titulación o una amiga con experiencia, te puedes relajar un poco más. En el segundo caso, no le cargues a ella con toda la responsabilidad: no es justo. Lo mejor es hablar del recorrido y las expectativas de cada persona antes de salir.
¿Por qué tipo de terreno discurre la ruta?
Las grandes montañas no tienen nada que ver, por ejemplo, con las zonas costeras. A mayor altitud, más cambiante es el tiempo y más probable es encontrarse con paredes que descienden vertiginosamente hacia el vacío y terreno escarpado (tanto si estaba planeado como si no). Si vas a caminar por el monte, analiza bien el itinerario y asegúrate de que tienes los conocimientos técnicos necesarios. Independientemente de la altitud, lo mismo sucede con salidas que implican vadear un río, sobre todo si es en una zona de fuertes corrientes.
¿Hay cobertura para poder usar el teléfono?
En caso de accidente, es importante poder llamar para pedir ayuda. ¿Y qué pasa con la navegación si tienes que replanificar y no hay internet (o si se te olvidó descargar la ruta de komoot para usarla sin conexión)? No menos importante es tener un plan en caso de quedarte sin batería.
El buen sabor de boca que deja una aventura en la que todo sale bien es muy agradable. Aunque es imposible conocer todos los riesgos de antemano, hacerte estas siete preguntas durante la planificación puede ayudarte a elegir la ruta adecuada y disfrutar de ella con más confianza en tus capacidades.
¿Te animas a planear tu próxima salida? Ve al planificador de itinerarios o sigue a Tim en komoot si necesitas inspiración.
P. D. Si te hace falta un último empujoncito, sigue leyendo. La naturaleza es vasta y ofrece infinitas posibilidades (y tipos de terreno). Es normal que quieras probar cosas nuevas y salir de tu zona de confort, pero recuerda que no hay atajos a la hora de ganar experiencia: solo se logra con tiempo y práctica. Además, los senderos no se van a mover del sitio, te estarán esperando cuando tengas la preparación necesaria. ¿Crees que puedes ir un paso más allá? Tómatelo con calma, las prisas no son buenas consejeras; si sales por tu cuenta, nunca sobrestimes tus capacidades; valora la opción de contratar guías o salir con alguien con experiencia a quien no le importe compartir sus conocimientos. Poco a poco, irás ganando confianza para afrontar nuevos retos.