La Basílica Notre-Dame-de-Bon-Secours de Neuvizy es una basílica católica ubicada en el pueblo de Neuvizy. En mayo y el 15 de agosto se organiza una romería en la iglesia y en el camino mariano en las afueras del pueblo, lo que le valió a Neuvizy el sobrenombre de "Le Lourdes Ardennais". El Papa Juan Pablo II decidió elevarlo a basílica en 2002. La historia de esta basílica comenzó el 30 de abril de 1752, cuando ocho niños que asistían al catecismo en Villers-le-Tourneur descubrieron una estatua de la Virgen, rodeada por un halo de luz, cerca de una pequeña fuente sobre un roble en el bosque de Neuvizy. . Se arrodillaron y recitaron la Salve Regina, el Souvenez-vous y muchas oraciones y otros cantos. En 1818, se erigió una cruz en el bosque, en presencia de Charles Poit, el último superviviente del acontecimiento. En aquella época, la iglesia del pueblo era sólo una sencilla y pequeña construcción, pero tras la multiplicación de los fenómenos, los peregrinos acudían en número creciente para orar ante la milagrosa imagen colocada en el interior de la humilde capilla del pueblo. Entonces hubo que construir una iglesia más grande. Bajo el impulso del párroco de la época, el canónigo Nicolás Valentín, el 4 de mayo de 1865 se colocó la primera piedra de una nueva iglesia, en presencia de 10.000 peregrinos. Este sacerdote supervisó la construcción del nuevo santuario y también fue arquitecto asistente, carpintero, pintor y escultor principal. En el exterior, un mármol indica que este canónigo reposa bajo el trumeau de la iglesia. La mayor parte de este monumento religioso se completó a finales de 1876.
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